Una de las regiones más importantes y singulares, y específicamente biodiversas del país, la constituye el Darién Colombiano, que hace parte del Chocó Biogeográfico, quien es considerado como un centro de endemismo universal, y además: despensa del mundo en materia prima de medicamentos (la industria farmaceútica mundial se surte de medicinas naturales provenientes del Chocó y el Amazonas, las que luego procesa y expende); contribuidora efectiva a la regulación climática de un mundo cada vez más desértico (se calcula que el 30 % de la superficie total de la tierra es ya un desierto, equivalente a 3.600 millones de hectáreas); descontaminadora del aire que produce el gran desarrollo industrial de las ciudades mediante la captación de CO2; productora de maderas finas y agua (en el Darién se halla el río Atrato, considerado el más caudaloso del mundo); cuna de culturas milenarias; y sobre todo, refugio de una megabiodiversidad tropical única por hallarse en la cintura de América (sitio de paso obligado en el intercambio de la flora y la fauna de los dos subcontinentes americanos que ha permitido la creación de varios centros de endemismo, otorgándole el récord de endemismo en plantas superiores), y por ser una de las últimas selvas húmedas tropicales en contacto con el mar que se hallan en pie en el mundo. Por tanto, un laboratorio biológico y cultural inestimable del que poco se conoce, ya que existen miles de especies vegetales y animales que aún la ciencia ignora , a pesar de ser patrimonio de la humanidad.
Amenazas para el Darién
Por hallarse en la cintura de América la región del Darién se ha convertido en el mundo contemporáneo, en un sitio geoestratégico de interés internacional de gran envergadura, dadas sus riquezas naturales y su posibilidad de comunicación interoceánica entre el Atlántico y el Pacífico. Esto hace que los intereses nacionales y de las potencias externas pretendan desarrollar megaproyectos en la región que afectarían gravemente su ambiente natural y los distintos pueblos allí asentados. En resumen, son tres macroproyectos los que se ventilan para la zona:
- Carretera panamericana: El continente americano, desde el extremo norte en Alaska hasta el extremo sur de la Patagonia, sólo se halla interrumpido por vía carreteable en la zona conocida como el Tapón del Darién: una pequeña franja de sólo 100 kms. que la ingeniería no ha podido superar satisfactoriamente, dados los costos económicos y los impactos ambientales, por ser una región selvática y pantanosa , constituida así por las características naturales del río Atrato.
- Canal interoceánico: El crecimiento industrial moderno y la globalización de la economía han hecho que el Canal de Panamá, situado a unos 300 kms. aproximadamente de la desembocadura del río Atrato, sea insuficiente para el comercio internacional, por lo que se hace imprescindible la construcción de un segundo canal interoceánico de mayor capacidad. Una de las propuestas estriba en unificar los dos océanos uniendo los rios Atrato y Truandó, por lo que la región está seriamente amenazada, debido a que sería necesaria la utilización de energía atómica para remover el inmenso volumen de tierra y rocas.
- Puerto internacional de Turbo: Turbo es una de las ciudades importantes de la región darienita, ubicada en una zona agroindustrial productora de bananas conocida como el Urabá, que se constituye en puerta de entrada y salida de mercancías del resto del mundo hacia suramérica, a la que se quiere dotar de un puerto internacional, que en conjunto con los demás proyectos mencionados transformarían ostensiblemente la región, de no considerarse con profundidad los impactos ambientales y culturales que ellos generarían.
Además de estos megaproyectos existen otras prácticas de orden nacional y regional que afectan negativamente al Darién. Una de ellas es la explotación maderera indiscriminada que se sucede cotidianamente en la región, y la conversión posterior de estos territorios de vocación forestal en pastizales para la ganadería extensiva, que convive con una práctica inadecuada de agricultura, producto del abandono estatal (en el Darién existen las tasas más altas de analfeabetismo del país equivalentes a un 65 %) y la falta de organización comunitaria.
Como se puede ver, el panorama es poco alentador para el Darién, no obstante la existencia de grandes extensiones de tierra protegidas, tales como el Parque Katíos ( que posee un área de 72.000 hectáreas y ha sido declarado por la UNESCO como sitio de patrimonio de la humanidad ), El Parque Nacional Darién (perteneciente a Panamá, con un territorio de 570.000 hectáreas y declarado sitio de patrimonio de la humanidad y reserva de la biósfera), y las reservas de la sociedad civil agrupadas en la Red De Reservas Naturales del Darién Colombiano UNGANDÏ.